Solista: Silvia Márquez
Título del programa: «CHACONNERIE: O de los Bassi ostinati hasta tiempos modernos»
Silvia Márquez Chulilla, clavicémbalo
Bernardo Storace (ca. 1637-1707), Ciaccona
*
Antonio de Cabezón (1510-1566), Differencias sobre las Vacas
Michelangelo Rossi (c.1600-1656), Partite sopra Romanesca
*
Louis Couperin (1668-1733), Chaconne ‘La Complaignante’
Jacques Duphly (1715-1789), Chaconne en fa
*
Georg Friedrich Haendel (1685-1759), Chacona en sol menor
*
Alessandro Scarlatti (1660-1725), Variazioni sulla Follia di Spagna
*
Johann Sebastian Bach (1685-1750)
Ciaccona de la Partita n.º 2 en re menor para violín, BWV 1004
(transcripción de Lars Ulrik Mortensen)
*
Carl Philipp Emanuel Bach (1714-1788)
12 variaciones sobre la Folia de España, Wq. 118/9
*
Roberto Sierra (n.1953)
Montuno en forma de chacona (2017)
La repetición es ritmo, pulso, vida. Y vida rezuma la chacona, danza a la que Lope de Vega atribuye origen americano («de las Indias a Sevilla/ha venido por la posta») y cuyo carácter describe Miguel de Cervantes como lascivo e inmoral. Con acento en el segundo tiempo y variación sobre esquema armónico, este bajo de danza –junto con los de zarabandas, folías y pasacalles– propició la improvisación sobre progresiones de acordes, novedad de gran impacto en el Barroco musical europeo.
La simplicidad transparente de la Ciaccona de Storace –construida sobre la forma primitiva del bajo de chacona– contrasta con la abstracción y los cromatismos de las breves Partite sopra La Romanesca de Michelangelo Rossi. En ellas esconde de tal modo el patrón original que el oyente realmente debe esforzarse para reconocer el bajo de Romanesca que, con ligeras variaciones, coincide en su fórmula melódico-rítmica con la española Guárdame las vacas, a la que Antonio de Cabezón dedica varias differencias.
El momento clave en la primera transformación de la chacona se da a principios del siglo XVII en la Francia de Luis XIV, donde pasa de ser danza social a los escenarios; la chacona la bailan las mujeres mientras que el pasacalle los hombres (Chorégraphie, ou L’art de décrire la dance, R.-A. Feuillet, 1703). La Chaconne la Complaignante de Louis Couperin es la perfecta ilustración de este nuevo género y el propio título (“la quejumbrosa”) sugiere un carácter bien distinto a aquella diversión suscitada por la danza original, aunque no faltarán brillantes ejemplos como la Chaconne de Jacques Duphly.
También como pieza aislada nos ha llegado, junto con otras danzas y en diversos manuscritos de la mano de sus copistas, la Chaconne en sol menor HWV 486 de Georg Friedrich Händel (1685-1759). Son piezas tempranas, anteriores a su marcha a Inglaterra y probablemente de su época en Hamburgo (1702- 1706), cuando se ganaba la vida en parte dando clases de clave.
El napolitano Alessandro Scarlatti gozaba de gran fama como compositor de óperas y obras vocales. Sin embargo, quizás alentado por el éxito de Corelli y posteriormente del Op. 1 de Vivaldi, escribe en 1710 un ciclo de treinta elaboradas variaciones sobre la folía, brillantes, vivas, virtuosas. Sobre el mismo tema, las doce variaciones de C. Ph. E. Bach difuminan el carácter de danza para desplegar un abanico de fantasía, virtuosismo, caracteres contrastantes –teatrales, diría– y expresiones llevadas al extremo. En todo caso –¡qué diantres!– abandonar el espíritu original es algo que ya había hecho su padre. Nada se aleja más de la lascivia, la locura y el desenfreno que la Ciaccona de la Partita n.º 2 BWV 1004 de Johann Sebastian Bach. Compuesta al parecer bajo el dolor de la noticia –a la vuelta de un viaje realizado en 1720– de la muerte de su esposa María Bárbara, la musicóloga Helga Thoene puso de relieve la retórica del lamento y los corales luteranos que se esconden a lo largo de la Ciaccona, lanzando mensajes morales y religiosos.
Las danzas renacentistas del XVI nos conducen, pasando por el contrapunto germano o la “galanterie” francesa, a los ritmos populares del siglo XXI: el montuno sobre el que el puertorriqueño Roberto Sierra compuso la última pieza, plena de arrojo, libertad y desenfreno (¡una obra maestra por la que fue nominado a los Latin Grammy Awards 2018!)
Silvia Márquez
Inquieta y entusiasta, es una de las intérpretes más versátiles y activas del momento. Especialista en teclas históricas, se encuentra igualmente a gusto al clave, al órgano o al fortepiano. Nacida en Zaragoza, obtuvo el Primer Premio en el Concurso Permanente de Juventudes Musicales 1996 en las especialidades de Clave y Órgano, premio al que suceden diversos reconocimientos, como el Premio Especial del Jurado a la mejor interpretación históricamente informada y Mención de Honor en el Concurso Internacional «Primavera de Praga» 1999 o la Mención de Honor en el Concurso Internacional de Clave de Brujas (Bélgica) 2001. Miembro de la Orquesta Barroca de la Unión Europea 2001, recibió asimismo el Premio a la mejor Dirección en los Premios GEMA 2014 y 2017.
Ha ofrecido recitales en España, Francia, Alemania, Irlanda, Suiza, Holanda, Italia, Croacia, Andorra, Austria, Eslovaquia, Portugal, Bolivia y Panamá, y ha sido invitada a formar parte de diversos jurados. Su disco “Chaconnerie” (IBS 2018), constituye un apasionante y poco habitual recorrido por las chaconas para clave desde el siglo XVI hasta nuestros días.
En el año 2000 funda el grupo de música antigua La Tempestad (www.latempestad.es), con el que destacan sus registros discográficos en torno al Clasicismo: sinfonías de Haydn (MAA10 2012) y Mozart (Arsis 2013) en formato de cámara. Recientemente ha publicado “Iberian Harpsichord Concertos” (IBS Classical 2017) con los conciertos para clave de M. Narro, J. Palomino y G. B. Pergolesi (primera grabación mundial), “Scarlatti: Venezia 1742” (2018) y “Brunetti & Lidón”, todos ellos con recuperación de patrimonio. La Tempestad obtuvo el Premio a la mejor Dirección (Silvia Márquez) y Premio al mejor Grupo Clasicismo en los I Premios GEMA (premios ambos que revalidó en 2018) y fue galardonada con el Circuito Festclásica Música Antigua 2016.
Silvia Márquez se formó en su ciudad natal con el maestro José Luis González Uriol y más tarde, becada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Gobierno Holandés, en el Sweelinck Conservatorium de Amsterdam y el Real Conservatorio de La Haya, donde estudió clave (Jacques Ogg y Menno van Delft), órgano (Jacques van Oortmerssen) y fortepiano (Stanley Hoogland). En su formación organística tuvieron especial relevancia las enseñanzas de Montserrat Torrent y, en un ámbito más amplio, los consejos de Gustav Leonhardt, Jesper Christensen, Jan Willen Jansen, Guy Bovet, Jon Laukvik, Christine Whiffen, Andrea Marcon, Patrick Cohen y Lars Ulrik Mortensen. Es Máster en Gestión Cultural con Premio Extraordinario por la UOC (Barcelona).
Especialmente comprometida con la música contemporánea, ha estrenado obras de diversos autores españoles y extranjeros, tanto para instrumento solista como para grupo de cámara, y trata de incentivar la creación de nuevas piezas. Su proyecto centrado en la música española para clave en el siglo XX le hizo merecedora de la Beca Leonardo 2017 (Investigadores y Creadores Culturales) de la Fundación BBVA, gracias a la cual ha publicado su último CD, “Herbania. 20th-Century Spanish Music for Harpsichord”, y recientemente la primera grabación mundial del Concierto para Clave de Salvador Bacarisse, junto a los de Manuel de Falla y Francis Poulenc. Es catedrática de Clave del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid.
Fecha
Viernes, 15 de julio de 2022
Hora
21:30
Lugar
Castillo de Santa Ana
Solista: Silvia Márquez
Título del programa: «CHACONNERIE: O de los Bassi ostinati hasta tiempos modernos»
Silvia Márquez Chulilla, clavicémbalo
Bernardo Storace (ca. 1637-1707), Ciaccona
*
Antonio de Cabezón (1510-1566), Differencias sobre las Vacas
Michelangelo Rossi (c.1600-1656), Partite sopra Romanesca
*
Louis Couperin (1668-1733), Chaconne ‘La Complaignante’
Jacques Duphly (1715-1789), Chaconne en fa
*
Georg Friedrich Haendel (1685-1759), Chacona en sol menor
*
Alessandro Scarlatti (1660-1725), Variazioni sulla Follia di Spagna
*
Johann Sebastian Bach (1685-1750)
Ciaccona de la Partita n.º 2 en re menor para violín, BWV 1004
(transcripción de Lars Ulrik Mortensen)
*
Carl Philipp Emanuel Bach (1714-1788)
12 variaciones sobre la Folia de España, Wq. 118/9
*
Roberto Sierra (n.1953)
Montuno en forma de chacona (2017)
La repetición es ritmo, pulso, vida. Y vida rezuma la chacona, danza a la que Lope de Vega atribuye origen americano («de las Indias a Sevilla/ha venido por la posta») y cuyo carácter describe Miguel de Cervantes como lascivo e inmoral. Con acento en el segundo tiempo y variación sobre esquema armónico, este bajo de danza –junto con los de zarabandas, folías y pasacalles– propició la improvisación sobre progresiones de acordes, novedad de gran impacto en el Barroco musical europeo.
La simplicidad transparente de la Ciaccona de Storace –construida sobre la forma primitiva del bajo de chacona– contrasta con la abstracción y los cromatismos de las breves Partite sopra La Romanesca de Michelangelo Rossi. En ellas esconde de tal modo el patrón original que el oyente realmente debe esforzarse para reconocer el bajo de Romanesca que, con ligeras variaciones, coincide en su fórmula melódico-rítmica con la española Guárdame las vacas, a la que Antonio de Cabezón dedica varias differencias.
El momento clave en la primera transformación de la chacona se da a principios del siglo XVII en la Francia de Luis XIV, donde pasa de ser danza social a los escenarios; la chacona la bailan las mujeres mientras que el pasacalle los hombres (Chorégraphie, ou L’art de décrire la dance, R.-A. Feuillet, 1703). La Chaconne la Complaignante de Louis Couperin es la perfecta ilustración de este nuevo género y el propio título (“la quejumbrosa”) sugiere un carácter bien distinto a aquella diversión suscitada por la danza original, aunque no faltarán brillantes ejemplos como la Chaconne de Jacques Duphly.
También como pieza aislada nos ha llegado, junto con otras danzas y en diversos manuscritos de la mano de sus copistas, la Chaconne en sol menor HWV 486 de Georg Friedrich Händel (1685-1759). Son piezas tempranas, anteriores a su marcha a Inglaterra y probablemente de su época en Hamburgo (1702- 1706), cuando se ganaba la vida en parte dando clases de clave.
El napolitano Alessandro Scarlatti gozaba de gran fama como compositor de óperas y obras vocales. Sin embargo, quizás alentado por el éxito de Corelli y posteriormente del Op. 1 de Vivaldi, escribe en 1710 un ciclo de treinta elaboradas variaciones sobre la folía, brillantes, vivas, virtuosas. Sobre el mismo tema, las doce variaciones de C. Ph. E. Bach difuminan el carácter de danza para desplegar un abanico de fantasía, virtuosismo, caracteres contrastantes –teatrales, diría– y expresiones llevadas al extremo. En todo caso –¡qué diantres!– abandonar el espíritu original es algo que ya había hecho su padre. Nada se aleja más de la lascivia, la locura y el desenfreno que la Ciaccona de la Partita n.º 2 BWV 1004 de Johann Sebastian Bach. Compuesta al parecer bajo el dolor de la noticia –a la vuelta de un viaje realizado en 1720– de la muerte de su esposa María Bárbara, la musicóloga Helga Thoene puso de relieve la retórica del lamento y los corales luteranos que se esconden a lo largo de la Ciaccona, lanzando mensajes morales y religiosos.
Las danzas renacentistas del XVI nos conducen, pasando por el contrapunto germano o la “galanterie” francesa, a los ritmos populares del siglo XXI: el montuno sobre el que el puertorriqueño Roberto Sierra compuso la última pieza, plena de arrojo, libertad y desenfreno (¡una obra maestra por la que fue nominado a los Latin Grammy Awards 2018!)
Silvia Márquez
Inquieta y entusiasta, es una de las intérpretes más versátiles y activas del momento. Especialista en teclas históricas, se encuentra igualmente a gusto al clave, al órgano o al fortepiano. Nacida en Zaragoza, obtuvo el Primer Premio en el Concurso Permanente de Juventudes Musicales 1996 en las especialidades de Clave y Órgano, premio al que suceden diversos reconocimientos, como el Premio Especial del Jurado a la mejor interpretación históricamente informada y Mención de Honor en el Concurso Internacional «Primavera de Praga» 1999 o la Mención de Honor en el Concurso Internacional de Clave de Brujas (Bélgica) 2001. Miembro de la Orquesta Barroca de la Unión Europea 2001, recibió asimismo el Premio a la mejor Dirección en los Premios GEMA 2014 y 2017.
Ha ofrecido recitales en España, Francia, Alemania, Irlanda, Suiza, Holanda, Italia, Croacia, Andorra, Austria, Eslovaquia, Portugal, Bolivia y Panamá, y ha sido invitada a formar parte de diversos jurados. Su disco “Chaconnerie” (IBS 2018), constituye un apasionante y poco habitual recorrido por las chaconas para clave desde el siglo XVI hasta nuestros días.
En el año 2000 funda el grupo de música antigua La Tempestad (www.latempestad.es), con el que destacan sus registros discográficos en torno al Clasicismo: sinfonías de Haydn (MAA10 2012) y Mozart (Arsis 2013) en formato de cámara. Recientemente ha publicado “Iberian Harpsichord Concertos” (IBS Classical 2017) con los conciertos para clave de M. Narro, J. Palomino y G. B. Pergolesi (primera grabación mundial), “Scarlatti: Venezia 1742” (2018) y “Brunetti & Lidón”, todos ellos con recuperación de patrimonio. La Tempestad obtuvo el Premio a la mejor Dirección (Silvia Márquez) y Premio al mejor Grupo Clasicismo en los I Premios GEMA (premios ambos que revalidó en 2018) y fue galardonada con el Circuito Festclásica Música Antigua 2016.
Silvia Márquez se formó en su ciudad natal con el maestro José Luis González Uriol y más tarde, becada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Gobierno Holandés, en el Sweelinck Conservatorium de Amsterdam y el Real Conservatorio de La Haya, donde estudió clave (Jacques Ogg y Menno van Delft), órgano (Jacques van Oortmerssen) y fortepiano (Stanley Hoogland). En su formación organística tuvieron especial relevancia las enseñanzas de Montserrat Torrent y, en un ámbito más amplio, los consejos de Gustav Leonhardt, Jesper Christensen, Jan Willen Jansen, Guy Bovet, Jon Laukvik, Christine Whiffen, Andrea Marcon, Patrick Cohen y Lars Ulrik Mortensen. Es Máster en Gestión Cultural con Premio Extraordinario por la UOC (Barcelona).
Especialmente comprometida con la música contemporánea, ha estrenado obras de diversos autores españoles y extranjeros, tanto para instrumento solista como para grupo de cámara, y trata de incentivar la creación de nuevas piezas. Su proyecto centrado en la música española para clave en el siglo XX le hizo merecedora de la Beca Leonardo 2017 (Investigadores y Creadores Culturales) de la Fundación BBVA, gracias a la cual ha publicado su último CD, “Herbania. 20th-Century Spanish Music for Harpsichord”, y recientemente la primera grabación mundial del Concierto para Clave de Salvador Bacarisse, junto a los de Manuel de Falla y Francis Poulenc. Es catedrática de Clave del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid.
Fecha
Viernes, 15 de julio de 2022
Hora
21:30
Lugar
Castillo de Santa Ana
Entrada gratuita hasta completar aforo